LA CABRA Y EL ZORRO
Jean de Lafontaine
Ya estaba aburrido el zorro de esperar e intentar salir del pozo al que había caído por distracción. El agua estaba baja y al intentar beber había caído en el mismo y ahora no encontraba la manera de salir.
Mientras descansaba reflexionando que haría para intentarlo de nuevo, vio como una cabra se acercaba al filo del pozo y le preguntaba:
¿Está fresquita el agua?
Percibió en seguida el zorro, que la cabra no adivinaba lo que le había sucedido a el, y enseguida se le ocurrió una idea para salir de allí.
¡Fresquita a más no poder! ¡Salta dentro y lo verás tú misma! -dijo el zorro disimulando-
La cabra que venía sedienta después de pastar toda la mañana sin pensárselo dos veces saltó dentro, y el zorro aprovechando el descuido de la cabra saltó sobre ella y aprovechó para salir fuera
del pozo.
Enseguida comprendió la cabra que estaba encerrada en el pozo sin poder salir, por lo que le suplicó al zorro que le ayudara a salir, pero el zorro se limitó a reírse de ella diciéndole:
¡La próxima vez mira lo que haces antes de saltar!
El zorro se alejó dando saltos sin sentir compasión de la cabra.
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MORALEJA: Antes de actuar o decidir algo, piénsate bien lo que haces, sobre todo si el que te habla es un político.