LA CIGARRA Y LA HORMIGA
Una vez, al llegar el frío invierno, una cigarra que estaba muertecita de hambre se acercó a la puerta de un hormiguero pidiendo algo de comida. A su solicitud respondieron las hormigas preguntándole:
-¿Por qué durante el verano no hiciste guardaste algo de comida como hicimos nosotras?
A lo que respondió la cigarra:
- Estuve cantando alegremente todo el verano, y disfrutando del mismo a tope, porque no sabía lo duro que es el invierno.
Las hormigas le dijeron:
-Mientras nosotras trabajamos duro durante el verano para tener comida para pasar bien el invierno, tú disfrutabas y perdías el tiempo. Así es que ahora... ¡sigue bailando!
A pesar de la respuesta, las hormigas sintieron pena por la pobre cigarra y pensando que ya había aprendido la lección, compartieron con ella su comida.
Moraleja: No solo se vive de fiesta y cachondeo, también hay que trabajar para poder ser feliz.