OBRAS ILUSTRADAS DE WALTER SCOTT
Muestra de los grabados de Quentin Durward, por Pellicer
Las novelas de Walter Scott han conservado legítima popularidad en todos los países del mundo culto: relato lleno de interes, exposición siempre clara y bien dirigida, y desenvolvimiento igual y lógico de caracteres, son méritos que nunca envejecen, y que han constituido el encanto de más de una generación; y en prueba de ello, nadie se atreverá a negar que la familia ha reservado y reserva todavía un puesto de honor en su hogar a aquel novelista admirable, que jamás buscó el éxito en violentas emociones y en pinturas inconvenientes, y cuyas obras, sin excepción, están basadas en la moral más pura.
Walter Scott fue un excelente retratista, digamoslo así, de la naturaleza humana: un narrador espiritual y a la vez sencillo; un cronista inimitable, que poseyó, como ningún otro, el arte difícil de conmover al lector, y la ciencia, más difícil aún, de los de los detalles dramáticos.
Texto publicado en: LA ILUSTRACIÓN ESPAÑOLA. Suplemento al nº I, Enero de 1881